Aminetu Haidar no es la única activista saharaui a la que el Gobierno marroquí ha quitado su documentación en los últimos meses. Al menos 13 defensores de los Derechos Humanos están pasando en este momento por el mismo trance, pero, a diferencia de Haidar, permanecen en los territorios ocupados aunque sin posibilidad de viajar por tener el pasaporte retenido. A seis de ellos se les retiró toda la documentación después de que Haidar iniciara su protesta y a los siete restantes en las semanas previas. Entre ellos se encuentra Sultana Khaya, una activista muy conocida que perdió un ojo por los golpes recibidos durante una manifestación; el veterano ex preso político Sidi Mohamed Daddach, que estuvo más de 20 años en cárceles marroquíes; el activista Laarbi Messaud, miembro de CODESA, la asociación que preside Aminetu Haidar; y Nasser Hamadi, Ahmed Sbai, Atico Barray y Abderraman Bougarfa, entre otros.
En la mayor parte de estos casos, su documentación les fue confiscada cuando intentaban salir del Sáhara. Por ejemplo, Bougarfa, de 53 años, viajaba hacia España para participar en un encuentro internacional sobre la ex colonia española cuando fue interceptado por la policía en el aeropuerto de Casablanca, el 20 de noviembre, y se le retiró tanto el pasaporte como el billete. En algunas ocasiones, la documentación se les devuelve después de impedirles viajar.
La huelga de Haidar ha provocado mayor presión sobre los activistas en el Sáhara, según el Centro Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos.El 1 de diciembre tuvo lugar la detención de Sukeina Idrissi, presidenta del Foro para el Futuro de la Mujer en el Sahara, cuando viajaba de El Aaiún a Bojador y está el caso de Ghalia Djimi, cuya casa ha sido cercada por la policía en los últimos días. El Frente Polisario asegura que en la actualidad hay 56 presos de conciencia en cárceles marroquíes.
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