MADRID — El Gobierno reiteró el domingo que seguirá "insistiendo" ante Marruecos para permitir el regreso al Sáhara Occidental de Aminatu Haidar, en huelga de hambre, mientras la diputada Rosa Díez viajó a El Aaiún a entregar una carta de la militante a sus hijos.
"El Gobierno no va a tirar la toalla, va a seguir insistiendo diplomáticamente y políticamente para que la señora Haidar pueda volver a su territorio, a su domicilio", declaró Chaves, vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial.
"Nosotros lo que estamos pidiendo al gobierno de Marruecos es que asuma sus responsabilidades, porque es el gobierno de Marruecos el que ha creado este problema", estimó el ministro. "Hay posiciones muy cerradas por parte del gobierno de Marruecos" y "hay que seguir insistiendo", reiteró Chavez a la radio Cadena Ser.
El ministro aseguró que la entrada de Haidar en territorio español sin pasaporte, tras serle confiscado por las autoridades marroquíes, "ha sido absolutamente legal" y "no ha habido ninguna complicidad con Marruecos" por parte del Gobierno: "Es todo lo contrario".
Las autoridades marroquíes expulsaron a Haidar, de 42 años, a España el 14 de noviembre cuando ésta regresaba en avión de recoger un premio en Estados Unidos vía las islas Canarias. Desde el 16 de noviembre se encuentra en huelga de hambre en el aeropuerto de la isla Lanzarote (Canarias) para reclamar a Marruecos que le deje regresar a su casa de El Aaiún.
La diputada Rosa Díez viajó el domingo a El Aaiún, donde entregó personalmente a los hijos de la activista, una joven de 15 años y uno de 13, una carta escrita por ella. "A mis queridos Hayat y Mohamed y a mi querida sobrina Touta. Os quiero infinitamente y os echo mucho de menos. Cuidaos mucho. Vuestra mamá, que piensa a cada instante en vosotros. Os adoro hasta la locura", reza la misiva, según los medios españoles.
Díez visitó también el domicilio de una activista saharaui, del cual fue expulsada por policías marroquíes, según los medios españoles.
El diario El Mundo dele domingo revela que Haidar se entrevistó en octubre en Sevilla con el defensor del pueblo andaluz, a quien le informó de las recientes detenciones de varios independentistas saharauis por parte de Marruecos, y además le advirtió de que probablemente no le dejarían entrar a ella a su regreso al Sáhara.
En una entrevista en el diario El País del domingo, Haidar declaró que mientras Sáhara Occidental "esté ocupada, el ocupante, Marruecos, tiene la obligación legal" de darle un pasaporte.
Asimismo, denunció que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "no ha movido un dedo en defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental". "Se quiere olvidar que fue colonia española y que, según la doctrina de la ONU, España sigue ostentando la soberanía y la Administración, aunque no la pueda ejercer", recordó.
Y añadió que "si España hubiese hecho los deberes en el Consejo de Seguridad, la Minurso", la fuerza de la ONU en el Sáhara, única en su género que no tiene competencias en derechos humanos, "tendría competencias en materia de derechos humanos" y "habría evitado mi expulsión".
Además subrayó que su "caso es sólo la punta del iceberg de lo que sucede en el Sáhara", ya que siete saharauis llevan dos meses en la cárcel por haber visitado los campos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia).
Por último, dijo haber "firmado un escrito para tratar de impedir" que le alimenten a la fuerza en un hospital.
Haidar fue despojada de su pasaporte en el aeropuerto de la capital del Sáhara Occidental, El Aaiún, y reenviada en un avión a las islas Canarias, donde fue aceptada por las autoridades aeroportuarias españolas por tener el permiso de residencia español.
Marruecos considera que Sáhara Occidental, antigua colonia española anexionada y administrada por Rabat desde 1975, forma parte integrante de su territorio. El Frente Polisario -partido que Haidar apoya sin ser miembro- reclama un referéndum de autodeterminación sobre su independencia, mientras que Marruecos propone una amplia autonomía bajo su soberanía.
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