En Marruecos se puede ir a la cárcel por abogar por la independencia del Sáhara, pero también se puede acabar detrás de los barrotes por pedir una mejora de las condiciones económicas de aquellos militares que combatieron en el desierto contra el Frente Polisario para que la antigua colonia española fuese marroquí.
Por haber tomado una iniciativa en ese sentido, el coronel-mayor Kaddour Terhzaz, de 72 años, de la Fuerza Aérea de Marruecos, fue condenado en noviembre de 2008 a 12 años de cárcel que cumple en la prisión de Salé (cerca de Rabat). Allí están también encarcelados siete activistas saharauis residentes en El Aaiún, pendientes de ser juzgados por un tribunal militar por visitar los campamentos de Tinduf (suroeste de Argelia).
El juicio de Terhzaz, celebrado a puerta cerrada por un tribunal militar, y su condena hubiesen seguido ocultos de no haber sido porque su familia -su mujer francesa y sus cuatro hijos- ha decidido romper el silencio sobre la suerte de su padre que fue, entre 1972 y 1973, el número dos de la Fuerza Aérea.
¿Cuál es el crimen de Terhzaz? Haber escrito el año pasado una carta al rey Mohamed VI en la que pedía una mejora de las condiciones económicas de los militares jubilados, especialmente los pilotos, que cayeron presos del Polisario durante la guerra del Sáhara (1975-1991). La mayoría no fueron liberados hasta principios de la actual década. En la misiva recordaba las deficiencias de los aviones marroquíes que carecían, a finales de los setenta, de escudo antimisiles.
La carta manuscrita estaba dirigida a un monarca que es también jefe de Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales, pero nunca fue divulgada por la prensa. Las carencias a las que alude se remontan a hace un cuarto de siglo y fueron ya descritas, en 2006, por Alí Najab, un piloto militar, en un artículo publicado en el semanario Maroc Hebdo.
Aun así, Terhzaz fue detenido el 9 de noviembre de 2008 al salir de su domicilio. Diecinueve días después fue condenado por "divulgación de informaciones militares". El tribunal castrense impuso además la destrucción de la carta. "Era la única prueba", se lamenta su esposa, Annie. "Nos quedamos atónitos", recuerda.
"Nos dieron a entender que sería indultado en breve por Mohamed VI", afirma Sonia Terhzaz, la hija, "pero no fue así". "Ahora confiamos en que el presidente Nicolas Sarkozy haga una gestión con el rey", añade. Su padre adquirió la nacionalidad francesa en 1997, al poco tiempo de jubilarse.
Formado en la Escuela del Aire Francesa y en la de Estado Mayor de EE UU, Terhzaz tuvo una carrera militar rápida gracias a la escasez de oficiales que padeció Marruecos tras su independencia. Con 35 años fue nombrado comandante en jefe adjunto de la Fuerza Aérea y, dos años después, agregado militar en Washington. Pasó a la reserva en 1988 y se jubiló en 1995. Posee numerosas condecoraciones, entre ellas la Legión de Honor francesa y la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico española.
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