El delegado del Polisario en las Islas Canarias, Mohamed Salem, ha afirmado que las palabras del cónsul de Marruecos corresponden a una campaña de desprestigio sobre el pueblo saharaiu, señalando que tienen la finalidad de ''engañar a la opinión pública''.
Desde el propio aeropuerto de Lanzarote, que ha sido estos últimos días punto de visita de un gran conjunto de solidarios con la reivindicación de Haidar de volver a su tierra natal, el Sahara Occidental, Salem ha recordado que la solución a la situación de la saharaui es sencilla: que se envíe de vuelta a su país.
España ''se humilla'' ante Marruecos
''Ha llegado aquí sin papeles, sin pasaporte, entonces también puede volver a su país sin ningún tipo de papel'', afirma Salem. Para el delegado del Polisario la actuación que está llevando a cabo el Gobierno de España es sinónimo de ''humillación'' ante Marruecos, quien para Salem es el ''primer culpable'' de que Haidar se halle actualmente en huelga de hambre y recluida en Lanzarote.
Así, critica duramente a Marruecos por pedirle a la activista que haga algo ''que no va hacer nunca'', que es ''humillarse'' y negar que su nacionalidad es la saharaui.
También se ha confrontado a la imagen que se vende en algunos medios españoles de Aminatou Haidar como una persona ''que lo rechaza todo''. Así, recuerda que las dos propuestas realizadas por el Ejecutivo español, el estatus de refugiada y la nacionalidad, ''no resuelven el problema''.
''Es precisamente lo que quiere Marruecos'', indica Salem. Si Haidar, por ejemplo, acepta la nacionalidad española el gobierno marroquí tendría las puertas abiertas a considerarla 'persona non grata' en su territorio. ''No se ha ofrecido una solución'', afirma Salem, quien recalca que Haidar fue enviada a las Canarias, ''sin ningún papel'' y que el Gobierno español podría enviarla de nuevo en un avión hacia el Sáhara.
Escalada represiva
Salem también ha aprovechado para denunciar que en la actualidad el caso de Aminatou Haidar no es el único ejemplo de violación de los derechos humanos contra la población saharaui. Así, ha afirmado que la represión por parte del Gobierno de Mohamed VI se ha ''redoblado'' en las últimas semanas.
Así, Salem asegura que ''nadie puede ni hablar'' y que ''la gente no tiene libertad'', siéndoles arrebatadas sus identificaciones si son encontrados fuera de las tierras que conforman el Sahara Occidental.
En concreto ha señalado el caso de siete activistas que se encuntran detenidos a las espera de ser juzgados por un tribunal militar. Estos saharauis fueron apresados en la ciudad marroquí de Casablanca el pasado 8 de octubre y se les ha acusado de ''colaboración con el enemigo'' y se les ha desposeido de los documentos.
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