9/12/09

Sobresaltos diplomáticos

Fuente:vanguardia
EN ocasiones, la realidad hispánica es imaginariamente tan sólida que puede desvanecerse en el aire. Un fin de semana eterno basta para agudizar sus impotencias y comprobar que cuatro conflictos de andar por casa pueden, a partir de una crepuscular gripe otoñal, degenerar en una metástasis exterior. Veamos. Una humilde activista del Frente Polisario pone en jaque a la diplomacia española frente a Marruecos. Se magnifica la solidaridad vergonzante propia de todo ex imperio colonial, y lo que hasta ahora parecía ser una epidemia de desinterés colectivo respecto al Sáhara se transforma en una aparente ola de adhesión. Demasiada retórica de viejos revolucionarios, que la historia ha convertido en frustrados agitadores a tiempo completo de causas perdidas. Pero hay más. Una franquicia de Al Qaeda confirma que tiene como rehenes a los tres cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania, ajenos a que su pasaporte pertenece a un país que parece deambular como un vagabundo en el complejo escenario internacional. España carece de una academia como West Point donde su presidente anuncie más leña al mono talibán, pero sus gobernantes pacifistas se suman a la consigna obamanista con la misma convicción que el aznarismo secundó a Bush en la búsqueda del santo grial en los minaretes. Andábamos perdidos y despistados en esta selva fantasmagórica, cuando otro intruso irrumpió en el camarote patrio de los hermanos Marx. El sobresalto gibraltareño, con una patrullera de la Guardia Civil implicada, quedó en nada. Gracias a las artes de Alfredo Pérez Rubalcaba, uno de los escasísimos ministros que saben lo que hay que hacer y, sobre todo, quién lo puede hacer.

No hay comentarios: