Fuente:elperiodico.com
Durante una hora y media de la noche del jueves, el avión que transportaba a Aminetu Haidar sobrevoló El Aaiún. «Problemas de seguridad», aludieron las autoridades marroquís. La activista y su hermana, Leila, temieron lo peor porque pensaron que, como la última vez, el regreso podía verse truncado tras una nueva vuelta de tuerca del Estado marroquí. Falsa alarma. El aparato aterrizó poco antes de medianoche. Y estalló el ulular en los barrios poblados por saharauis y las bocinas de los coches comenzaron a sonar en apoyo a la «madre saharaui».
Trasladada en el vehículo de su tío, Haidar llegó a su anhelada casa, donde recibió el calor de unas 70 personas, entre amigos cercanos y familiares. Hasta que no la vieron no respiraron tranquilos. «Hoy es el triunfo de las causas justas», declaró la activista, ya en su cama. «Es nuestra victoria», señaló muy orgullosa su amiga íntima Jimi El Galia, que también ha sufrido lo indecible como defensora de los derechos humanos. Las dos rieron e hicieron la uve como señal de victoria.
La tensión en la excolonia española solo acababa de comenzar. Ya lo advirtió a este diario el compañero sentimental de Haidar: «Muerta o viva, la traigan o no, esto va a explotar».melfas...– no se doblegaron ante la amenaza de las autoridades y salieron en grupos para corear aquello que no pudieron hacer en el último año por la represión. Gritos de «viva el Frente Polisario y la madre de todos» se escucharon de forma masiva. Cientos de agentes cercaron El Aaiún y los barrios independentistas. La represión policial se saldó con 30 heridos.
Centenares de personas de todas las edades –niños, jóvenes, mujeres envueltas en vistosas
28/12/09
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