Carlos Bajo Erro, periodista pamplonés de 31 años, se refiere así a un "conflicto", el saharaui, que dura ya más de 35 años, desde que en 1975 España "abandonó a su suerte" a su antigua colonia del Sáhara occidental y ésta fue invadida por Marruecos, provocando no sólo un problema político y territorial sino también un gran "drama humano", el exilio forzoso de miles de saharauis.
Una tragedia recogida en "De la provincia 53 a la segunda gran traición", que busca acercar este conflicto, primero históricamente y después con los testimonios de 6 saharauis -3 mujeres y 3 hombres- refugiados en España
-entre ellos, Salek Buseid Mohamed Lamin, que vive en Pamplona- . Bajo estudió Periodismo en la Universidad de Navarra y ha trabajado en periódicos de Pamplona, Tenerife y Terrassa. También ha publicado relatos breves y ha ganado dos premios. En la presentación del libro, en la librería Auzolan, estuvieron también el delegado saharaui en Navarra, Ahmed Salama, y Nekane Pardo, presidenta de ANARASD, ONG que ha promovido la obra.
¿Cómo surgió la idea del libro?
Cuando estuve trabajando en Tenerife entré en contacto con el tema del Sáhara y en 2003 visité los campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia) y aquello ya fue definitivo. Después, conocí a uno de los protagonistas del libro, Sidahmed Baba, uno de los fundadores de la Asociación de Inmigrantes de Cataluña, quien me hizo ver cómo muchos saharauis tenían documentación española pero al llegar aquí se encontraron con que la Administración ya no la consideraba válida y de pronto no tenían identidad, pasaron de ser ciudadanos españoles a apátridas. Los inmigrantes refugiados sufren así una especie de doble exilio, el exilio del exilio, que se suma al exilio de los que sobreviven en el desierto de Tindouf y al control de quienes se quedaron en el Sáhara ocupado.
Los entrevistados, ¿mostraban esperanza de que se resuelva pese a los 35 años transcurridos?
Sí, todos han soñado de una u otra manera que algún día regresarán, que volverán a la tierra de la que fueron arrancados para echar una mano en la reconstrucción de su país. Y eso que muchos no tienen apenas recuerdos, puesto que salieron de allí de críos en brazos de sus padres... Realmente, la fuerza que les hace resistir y seguir adelante es esa esperanza. Todos quieren volver, aunque, eso sí, a un Sáhara libre. Mientras están aquí, si aspiran a la nacionalidad española es simplemente por una cuestión práctica, por la regularización para poder trabajar, viajar, etc.
Pese a todo, ¿se han sentido acogidos por la sociedad española?
Sí, ninguno de los entrevistados mostró rencor ni hacia la población española ni siquiera hacia la marroquí -a la que incluso consideran también víctima-. Diferencian perfectamente a la sociedad de los Gobiernos y además saben que la sociedad española es, de hecho, su principal aliada.
En estos momentos precisamente existen conservaciones entre Marruecos y el Polisario...
Como dice uno de los protagonistas del libro, el pueblo saharaui ya ha tenido suficiente paciencia y es la hora de que las promesas, como la del referéndum, se cumplan.
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