9/11/09

La encrucijada del Polisario

Fuente:deia
La organización, que lleva 35 años liderando al pueblo saharaui, no descarta volver a las armas si el proceso de paz sigue estancado. Antes de que eso ocurra hacen un llamamiento a la comunidad internacional en busca de apoyo.

Mujeres armadas en un campo de refugiados en Tinduf

Los años setenta marcaron el destino del pueblo saharaui. Tras decenios de irregular colonialismo español, los saharauis ansiaban la independencia, pero jamás imaginaron que la retirada de las tropas españolas serviría sólo para que las tierras del Sahara Occidental cambiaran de dueño. El 14 de noviembre de 1975 el acuerdo tripartito firmado por Mauritania, Marruecos y España sellaba el atropello. Pronto se cumplirán 34 años de aquel funesto día que condenó a miles de nómadas a la guerra y al exilio, una fecha que Marruecos celebra con júbilo mientras en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia, la efeméride pende como una nube de granito gris sobre sus cabezas.

El pueblo saharaui, nómada en su mayoría, plantó cara al colonialismo español a principios de la década de los setenta. En 1968 ya se había constituido el Movimiento Nacional de Liberación Saharaui, liderado por Mohamed Sidi Brahim Basiri. Se trataba de un despertar patrio tardío. Muchos de los primeros nacionalistas pertenecían al funcionariado o eran miembros de tropas indígenas que luchaban al lado del ejército español. Durante esos primeros años se convocan algunas manifestaciones, que son reprimidas con dureza por las autoridades coloniales (se produce una matanza en el barrio de Zemla, en Aaiún, y el líder del movimiento, Basiri, es secuestrado). El Gobierno español realiza modestos y tímidos ensayos de autogobierno creando una asamblea de líderes saharauis o Yemaá. Este movimiento es rápidamente desbordado por el nacionalismo auténtico, poniendo en evidencia la poca formación política y el nulo apoyo popular que tenían estos dirigentes (el tesorero y el secretario del partido títere huyen a Marruecos con la caja). Meses después, concretamente el 10 de mayo del año 1973, se funda el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, más conocido como Frente Polisario, que desde sus inicios abarca todos los campos de la lucha contra el colonialismo: el popular, el político, el diplomático y el militar.

Colonialismo En sus inicios el Frente Polisario se creó para frustrar los objetivos de "unidad territorial" de Marruecos, pero en poco tiempo la dinámica del Polisario cambió y sus fuerzas se afanaron en luchar contra el colonialismo español. Ese mismo año (1973) se producen las primeras acciones armadas del Polisario contra las tropas españolas. A las pocas semanas cesan los combates y se produce un intercambio de prisioneros, lo que da fe de lo enconados que fueron aquellos primeros enfrentamientos. España anuncia un referéndum para el pueblo saharaui, pero a mediados de 1975 el Gobierno español, con el dictador Francisco Franco agonizando, empieza a negociar con los países fronterizos, Mauritania, Marruecos y Argelia. De forma súbita e inesperada el 14 de noviembre las autoridades españolas entregan la administración del Sahara -que no su soberanía- a Marruecos y a Mauritania, dejando a un lado a Argelia. Cerca de 100.000 habitantes con documento nacional de identidad español cambian de dueño de un día para otro. Muchos huyen al desierto, otros se quedan. El Polisario declara la guerra a sus vecinos Mauritania y Marruecos y se apresta para afrontar una larga lucha con el apoyo directo de Argelia. Durante los 16 años de conflicto armado el Polisario hizo retroceder a las tropas mauritanas y frenó el avance del ejército marroquí, que ahora tiene bajo su administración más de dos tercios del territorio saharaui, la zona que cuenta con el litoral, el territorio más fértil, el llamado Sahara Occidental. Para Fatma Mohamed Salem, representante del Frente Polisario en el País Vasco, aquello es "zona ocupada", una tierra "rica, con bancos de pesca fabulosos y con minas de fosfatos que se explotan 24 horas al día, una zona en la que España tiene muchos intereses económicos".

"No queremos limosnas" Fatma coordina toda la actividad política, cultural y social del Frente Polisario en Euskadi, y además se encarga de supervisar la ayuda humanitaria que donan las instituciones y las distintas ONG del País Vasco. "Estamos muy agradecidos con la ayuda que nos prestan los vascos y los españoles, pero nosotros no queremos limosnas, al contrario, nos gustaría vivir en nuestro país y poder ayudar a otros". Fatma no entiende el apoyo político que le brinda el Gobierno español a Marruecos: "Es la pregunta que nos hacemos todos los saharauis, ¿por qué ese apoyo? ¿a cambio de qué? Creemos que a cambio de las riquezas del Sahara Occidental. Además, España sigue vendiendo armamento a Marruecos, armas que se llevan a los cuarteles que resguardan el muro de la vergüenza y que podrían usarse contra el pueblo saharaui. No entendemos ni toleramos esa ambigüedad".

A la responsable del Polisario en Euskadi no le tiembla la voz a la hora de denunciar la pasividad de los gobiernos más importantes del mundo ante la injusticia que sufre su pueblo, y no entiende el poco respaldo que obtienen las tajantes resoluciones de la ONU: "Ahora han designado a un árabe, al egipcio Hany Abdel Aziz, como nuevo jefe de la Misión de la ONU para el Referéndum en Sáhara Occidental (MINURSO) y estamos algo más esperanzados, aunque no tenemos mucha fe en la diplomacia, porque durante 30 años se ha demostrado que no sirve para nada. En estos momentos las negociaciones están en punto muerto y por parte de Marruecos yo no veo ninguna voluntad política que nos lleve a pensar que se va a solucionar el conflicto. Además, y vuelvo a repetirlo, nadie les presiona, y eso les ha instalado en una posición muy cómoda". En 2007 acontecieron las primeras negociaciones directas entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos, pero no se alcanzó ningún acuerdo. Fatma subraya que "Marruecos nos ofrecía una autonomía bajo su soberanía, pero a nadie en su sano juicio se le ocurre que los saharauis vayamos a aceptar eso, y menos después de todo lo que hemos sufrido. A España sólo le pedimos que respalde las resoluciones de la ONU, no queremos que se enemiste con Marruecos, pero queremos que ponga en práctica la democracia de la que tanto alardea, queremos que demuestren cierta coherencia porque pensamos que tienen una deuda pendiente con el pueblo saharaui y es un buen momento para que se quiten esa lápida de encima".

Otro de los frentes en los que trabaja Fatma Mohamed es el de los derechos humanos, "derechos que se siguen vulnerando en las zonas ocupadas", según la responsable del Polisario. Fatma hace hincapié en las últimas detenciones, acaecidas en octubre: "No hay día que pase sin que se vulneren los derechos de los saharauis que viven en esta zona. Las detenciones de esos siete militantes que regresaban de Tinduf y su puesta en manos de un Tribunal Militar resulta inconcebible. Es una más entre las injusticias que tiene que soportar el pueblo saharaui. El reino de Marruecos incumple los derechos más elementales, no ha puesto en libertad a los presos de la guerra (nosotros sí lo hemos hecho), no sabemos nada de decenas de desaparecidos, reprimen las manifestaciones con violencia, como ocurrió en la Intifada de 2005, acosan a las familias, colonizan la zona con marroquíes pobres, que bastante tienen con subsistir allí, porque sus condiciones de trabajo no son mejores que las de cualquier saharaui. Muchos de estos colonos viven en chabolas, esquilmando las riquezas de la costa, algunos incluso trataron de vender sus casas y regresar a Marruecos, pero el Gobierno no les dejó. Ellos entienden el problema del pueblo saharaui, son muy comprensivos e incluso hay hasta quien nos protege y ayuda. El Gobierno marroquí está gastando mucho dinero en mantener su ejército, en mantener el muro de la vergüenza, y desatiende a su pueblo, que está sumido en la miseria. No hay más que ver a toda esa gente que trata de huir a Europa en pateras".

salidas Fatma ve pocas salidas para un conflicto que lleva tres décadas enquistado. Tampoco les quedan muchas opciones. "Vamos a insistir en las mismas cosas, pero parece que dicho así el discurso del Polisario aburre, se vuelve monótono. Estamos entre la espada y la pared, apoyamos la paz pero mira cómo está el proceso, está en una vía muerta, son ya muchos años y nos estamos dando cuenta de que no avanzamos, pero tampoco queremos volver a las armas, que por otro lado sería lo más fácil, pero entonces nos tildarían de integristas o cosas peores". "Tenemos unos objetivos muy claros -insiste la representante del Polisario-. Vamos a defender el derecho a la independencia del pueblo saharaui y a denunciar las continuas violaciones de derechos humanos por parte de Marruecos. Seguiremos recordando al mundo que hay que reparar esta injusticia. No vamos a tirar la toalla, no vamos a ablandarnos, no nos van a agotar". Pero las jóvenes generaciones, aquéllas que no conocieron la guerra y que jamás han pisado su tierra, no tienen tanta paciencia. Fatma advierte: "Ellos no creen en las gestiones del Gobierno saharaui, y lo que quieren es volver a las armas, te lo digo claramente, no creen en ninguna solución pacífica y diplomática. No le tienen miedo a Marruecos. Ya derrotamos a Mauritania una vez, y frenamos el avance del ejército marroquí, y podemos volver a hacerlo. No nos asusta pelear contra Marruecos, todo lo contrario, estamos mucho más preparados que nuestros padres y abuelos. Los jóvenes están mentalizados y saben todo eso. Sinceramente, el Gobierno saharaui lo tiene difícil ante las presiones de sus propios militantes. Urge una solución antes de que todo explote, la exigimos".

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