12/1/10

Buteflika exigirá a Zapatero que asuma su responsabilidad en el Sahara

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a visita que realiza este jueves, 7 de Enero, a Madrid el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, para copresidir junto a Rodríguez Zapatero, la IV reunión de alto nivel entre los dos gobiernos se presenta como un complicado reto para la diplomacia española. Lo que está en juego es ni más ni menos que la viabilidad de la alianza estratégica entre España y Argelia.

En octubre de 2002, el entonces presidente, José María Aznar, ultimó con Abdelaziz Buteflika los términos del Tratado hispano-argelino de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, que contemplaba una auténtica alianza estratégica entre los dos países en todos los órdenes. Las relaciones bilaterales conocieron un verdadero salto cualitativo: aumentaron las inversiones españolas en Argelia, se pusieron en marcha proyectos energéticos estratégicos como los gasoductos, se unieron los dos países por cables submarinos y se potenciaron las relaciones militares y de los cuerpos de seguridad del Estado que facilitaron la lucha antiterrorista.
Ocho años después y con un retraso de dos años según el calendario previsto —las cumbres bilaterales entre los gobiernos deberían ser anuales— Buteflika vuelve a Madrid. Pero el ambiente ya no es el mismo que el que existía cuando se firmó el Tratado. Las relaciones entre Argel y Madrid se han enfriado desde la llegada de Rodríguez Zapatero a La Moncloa en 2004. Los contenciosos energéticos han aumentado. El duo Repsol-Gas Natural perdió el contrato que había firmado con Sonatrach para la explotación de los yacimientos de Gasi Tuil. Tras pedir ambas partes el arbitraje internacional ganó la parte argelina, que terminó comprando las acciones de las españolas en el consorcio constituido para explotar los recursos gasísticos.

Negociaciones energéticas
Buteflika trae en cartera tres temas absolutamente diferenciados, que abordará con Rodríguez Zapatero. En primer lugar, el energético, que acarreará difíciles negociaciones. Argelia sigue empeñada en revalorizar el precio del gas que vende a España en un 20% para adecuarlo a los precios de mercado. De hecho, ha retrasado «por causas técnicas» la inauguración del gasoducto Medgaz que une Beni Saf (Orán) con Almería y que debía entrar en funcionamiento en otoño de 2009.

Además, España pretende penetrar aún más en el mercado de energías renovables en Argelia, que entre otros proyectos está construyendo la estación de energía solar más grande del mundo en el desierto argelino. La empresa española Abengoa ya está metida pero su ampliación a otras áreas va a generar un volumen de negocios de miles de millones de euros. Por su parte, la eléctrica argelina Sonelgaz quiere entrar en el mercado español de la distribución, para lo que encuentra un impedimento: Sonelgaz es también productora de electricidad y según el reglamento español se produce, de este modo, una incompatibilidad. Escollo que se puede salvar montando una filial de Sonelgaz dedicada sólo a la distribución. Además, Sonatrach también quiere entrar en el mercado de las gasolineras en España. Las negociaciones, pues, serán duras en el sector energético pero ambas partes se muestran optimistas. Guinda de las discusiones: Argelia negocia con la Unión Europea un acuerdo estratégico de suministro garantizado de gas y Rodríguez Zapatero, como presidente rotatorio, deberá abordarlo.


Lucha antiterrorista
El capítulo de la cooperación en materia de seguridad se presenta relativamente más fácil. Se trata de profundizar en la Convención firmada por ambos países en junio de 2007, que prevé «la cooperación en materia de seguridad, de lucha antiterrorista y contra el crimen organizado, particularmente contra el asesinato de personas y los daños a bienes ajenos». Las dos delegaciones tratarán de llegar a lo concreto, como el intercambio regular de información y de experiencias, visitas mutuas de expertos, trasferencia de medios tecnológicos avanzados y formación de especialistas. En las discusiones se incluirá también la contención del flujo migratorio ilegal, que ha conocido últimamente un aumento desde las costas argelinas hacia España.

En este capítulo securitario hay que señalar que en medios oficiales argelinos ha sido bien apreciada la actitud española de no sumarse a las restricciones impuestas por Francia y Estados Unidos en cuanto a los viajes aéreos de ciudadanos argelinos a estos países se refiere y que han colocado a Argelia en una lista negra de «países susceptibles de exportar terroristas» al mismo nivel que Afganistán, Yemen, Siria, Pakistán e Irán.

Crisis del Sahara
El asunto más espinoso de la visita lo constituirá, sin duda, el conflicto del Sahara Occidental. Según informaciones procedentes de Argel, Buteflika llega a Madrid dispuesto a pedir al presidente Rodríguez Zapatero que asuma las responsabilidades que incumben a España en la descolonización inacabada del Sahara. «En los acuerdos entre España, Marruecos y Mauritania firmados en 1975 se decía que España transfería la administración del territorio de manera provisional, en espera de la celebración de un referéndum de autodeterminación en la excolonia española», se afirma. «No habiendo sido llevado a cabo el referéndum, la responsabilidad española sigue en pie». En este aspecto, Argelia no está dispuesta a ceder.

Aunque en los primeros años de su llegada al poder — Buteflika fue elegido presidente en las elecciones de 1999 — la actitud del Jefe de Estado argelino pareció distante, se ha ido implicando cada vez más abiertamente en el conflicto del Sahara. Ha sido gracias a Argel que el Polisario participa en un «Ejército de reserva de la Unión Africana» que tendrá su sede en Africa del Norte y en el que están presentes otros países como Túnez, Libia, Egipto y Argelia.

Además del apoyo logístico, financiero, médico, alimenticio, político y diplomático que el régimen de Argel otorga al Frente Polisario y a la población saharaui que reside en los campamentos de refugiados en Tinduf, que es tierra argelina, Buteflika se ha implicado aún más institucionalmente enviando al presidente del Parlamento, Abdelaziz Ziari, a Tinduf, donde pronunció un discurso público en el que comparó la actitud marroquí en el Sahara con la de Francia en Argelia. «El colonialismo francés en Argelia hizo las mismas proposiciones que ahora está haciendo el colonialismo marroquí en el Sahara», señaló. «Primero propuso el desarrollo económico y después, el plan de autonomía. Ambos fracasaron y Argelia consiguió la independencia». Ziari proclamó que «la posición de Argelia en el conflicto del Sahara sigue siendo la misma: exige la aplicación de las resoluciones de la ONU».

El presidente del Parlamento, que es la tercera personalidad institucional en rango en el país, afirmó que «Argelia y su Parlamento harán todo lo que esté en sus manos para internacionalizar la cuestión saharaui ante todos los parlamentos del mundo», lo que incluye también el español.

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