Antonio Guterres, Alto Comisionado para los Refugiados, concluye una gira por el Sáhara
Antonio Guterres, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, reconoce que los refugiados saharauis en el suroeste de Argelia viven una "situación dramática" y para colmo están siendo "bastante olvidados" por la comunidad internacional. A él le gustaría poder ayudarles más de lo que lo hace actualmente, pero para eso necesita primero saber cuantos son a lo que se niega el Frente Polisario y Argelia, el país que acoge en su territorio al movimiento independentista saharaui.
El ex primer ministro portugués Guterres ha concluido hoy la primera gira de un Alto Comisionado por la región desde hace 33 años. Un año después de que España entregará, en 1975, su colonia del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritana el entonces Alto Comisionado, Saddrudin Aga Khan, visitó la zona. Guterres anunció el martes en Argelia una ayuda de 12 millones de dólares (8,22 millones de euros), que se añade a las que otorgan el Programa Alimentario Mundial, la agencia ECHO de la Comisión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo y numerosos ayuntamientos y comunidades autónomas de España. Aún así, las condiciones de vida de los refugiados siguen siendo penosas.
Sus interlocutores saharauis han agradecido la visita, pero consideran que la donación es escasa. Es verdad, reconoció Guterres en Rabat: "Hemos reducido la ayuda alimentaria partiendo de las estimaciones que poseemos [sobre el número de refugiados] y que son inferiores a las cifras dadas por las autoridades argelinas". "Nuestra decisión ha sido contestada", ha admitido. "Para que la cambiemos", ha dicho Guterres, "hace falta que se lleve a cabo un censo, algo que no guarda relación con el proceso político". "Argelia no ha aceptado la elaboración de ese censo y nosotros no hemos cambiado nuestras estimaciones". El Polisario y su anfitrión, Argelia, se niegan a que la ONU cuente a los refugiados e insisten en que en los cuatro campamentos en torno a Tinduf, a 1.800 kilómetros de Argel, viven 165.000 personas.
La ONU sospecha que el número es inferior. Si fuera cierta la mayoría de los habitantes del Sáhara español y sus descendientes vivirían en torno a Tinduf y no parece que sea así. La MINURSO, el contingente de la ONU encargado de preparar un referéndum, entregó en 1999 un censo provisional de 84.251 votantes. El 54,9% residían en el territorio controlado por Marruecos y el 40,1% en áreas en manos del Polisario. La consulta no se llegó a celebrar porque Rabat se opuso a ello.
La gira de Guterres por la zona ha servido, no obstante, para que Rabat y el Polisario den su acuerdo a la apertura de una ruta terrestre entre Tinduf y El Aaiún, la capital del Sáhara, por la que, bajo supervisión de la ONU, las familias saharauis, separadas desde hace 34 años, podrán visitarse. Hasta ahora el programa de visitas se efectuaba mediante traslados en un pequeño avión de la ONU. "Ya se han beneficiado de él unas 8.000 personas", ha señalado Guterres, "pero hay otras 42.000 en lista de espera". Si no se recurriese a la carretera y a la pista para trasladarles de un lado a otro "sería imposible darles satisfacción".
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