Antonio Guterres, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, reconoció que los refugiados saharauis en el suroeste de Argelia viven una "situación dramática" y para colmo están siendo "bastante olvidados" por el mundo. A él le gustaría poder ayudarles más, pero para eso necesita primero saber cuántos son, a lo que se niegan el Frente Polisario y Argelia. Guterres concluyó ayer la primera gira de un Alto Comisionado por la región desde hace 33 años. Anunció una ayuda de 8,22 millones de euros que se añade a las que otorgan el Programa Alimentario Mundial, la Comisión Europea, la cooperación española y numerosos ayuntamientos y comunidades autónomas de España. Aun así, los refugiados viven en pésimas condiciones.
Sus interlocutores saharauis agradecieron la visita, pero señalaron que la donación era escasa. Es verdad, reconoció Guterres, que "hemos reducido la ayuda alimentaria partiendo de las estimaciones que poseemos [sobre el número de refugiados] y que son inferiores a las cifras de las autoridades argelinas". "Nuestra decisión ha sido contestada". "Para que la cambiemos", prosiguió, "hace falta que se lleve a cabo un censo, algo que no guarda relación con el proceso político". "Argelia no ha aceptado la elaboración de ese censo y nosotros no hemos cambiado nuestras estimaciones", añadió.
El Polisario y su anfitrión, Argelia, se niegan a que la ONU cuente a los refugiados. Insisten en que en los cuatro campamentos en torno a Tinduf viven 165.000 personas. La ONU sospecha que el número es inferior.
Fuente:elpais
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