Marruecos parece no pasar el examen del respeto y las garantías de los derechos humanos. Al menos, así se desprende del último informe publicado por la organización Human Rights Watch (HRW) , quien denuncia que los avances en materia de derechos humanos en Marruecos han sufrido un “alarmante empeoramiento” durante 2009 en Marruecos.
Eric Goldstein, subdirector de HRW para Oriente Próximo y el Norte de África afirmaba este miércoles en Rabat que “tras el progreso que se vio en los años 90 y a principios de la siguiente década […], se ha producido un estancamiento, incluso un regresión, en los derechos humanos [en Marruecos]”.
Goldstein se hizo eco durante sus declaraciones de algunos de los casos más controvertidos de los últimos meses. Entre ellos, están los encarcelamientos de algunas personas por criticar actuaciones gubernamentales o los múltiples juicios contra periodistas y sus expulsiones del país magrebí. Entre estos periodistas se encuentra Driss Chahtane, que está actualmente en prisión por informar sobre la salud del rey Mohammed VI.
El representante de la organización también ha criticado lo sucedido con la “deportación sumaria” de la activista saharaui Aminetu Haidar y se ha mostrado en contra de la nueva prohibición de viaje para los activistas saharauis.
En la presentación del informe, Human Rights Watch pidió al gobierno de Marruecos que revise las leyes que castigan a la gente por expresar pacíficamente sus opiniones y que continúe con las reformas para lograr una magistratura más independiente.
Por su parte, el Ejecutivo marroquí ha rechazado estas críticas, ya que en su opinión, algunas ONG hacen un análisis parcial del historial en derechos humanos del país. El portavoz del gobierno, Jalid Nacirí, afirmó que ciertas organizaciones “ponen sistemáticamente a Marruecos en el banquillo de los acusados”.
Según ha declarado el portavoz a la agencia de noticias oficial de Marruecos, MAP, los miembros del gobierno esperan “que las grandes ONG internacionales tengan la valentía de contar la realidad, que en Marruecos es mucho más compleja”.
Desde que falleciese Hassan II y su hijo Mohammed VI accediese al trono de Marruecos, el país ha logrado una reputación como uno de los países más reformistas del mundo árabe, tratando de mejorar la situación de los derechos humanos de cara a mejorar también su situación económica. En el último año, sin embargo, se han conocido gran cantidad de informaciones, como las mencionadas, que revelan violaciones de los derechos fundamentales y que han venido siempre acompañadas de las reivindicaciones de diversas organizaciones pro derechos humanos.
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