30/1/10

Marruecos cierra Le Journal, el periódico más incómodo en el país

Fuente:cope

Era la crónica de una muerte anunciada. Le Journal, el diario más crítico contra el poder central (Majzén), cerró sus páginas para siempre por orden de un tribunal marroquí. Cinco funcionarios confiscaron este miércoles la redacción, sellaron sus ventanas, pidieron a los periodistas abandonar la sala, y cambiaron la cerradura de una puerta que se abrió en 1997 para una nueva generación cultivada y desencantada con su clase política y con todo un sistema. Fuentes judiciales dijeron que el cierre se debe a la “acumulación de deudas durante los últimos siete años ante la hacienda pública”. Sin embargo, para otros medios informativos menos duros con el régimen no se ha aplicado con el mismo rigor la reclamación tributaria.

Aboubakr Jamai

Según el creador de la publicación, Aboubakr Jamai, uno de los más influyentes periodistas de Marruecos críticos con el monarca Alauí, “la decisión es claramente política por las publicaciones que en el último mes realizamos sobre la activista saharaui Aminetu Haidar”. Los periodistas de Le Journal defienden que los impagos se produjeron a causa del “boicot publicitario orquestado por el estado marroquí”. Este semanario ha cabalgado en los últimos años con mucha dificultad por la falta de anunciantes e impresores “sobre los que ejercen presión desde arriba para que no trabajen con nosotros porque arrojamos luz a las realidades de nuestro país”, aseguró Aziz Yacoubi, redactor del semanario, quien está estudiando seriamente la posibilidad de continuar la aventura del “periodismo independiente”, pero “¿quien nos financiaría?”, se pregunta. “¡Hay mucho miedo!”.

Sir más lejos, el pasado mes de junio- dicen fuentes periodistas de este diario- el secretario particular del Rey, Mounir Majidi, reunió en junio pasado a los grandes hombres de negocio para convencerles de que abandonaran el semanario Le Journal e invirtieran en un nuevo magazín, Actuel. El semanario, durante la última década, ha sufrido la persecución, las amenazas, y la censura en dos ocasiones: Por una serie de artículos en los que denunciaban las condiciones en las que el entonces embajador Mohammed Benaisa compró en 1996 una residencia en Washington, por cuenta de Marruecos, y el segundo golpe asestado contra el semanario ocurrió en 2005 cuando publicó un dossier en el que se cuestionaba la objetividad de uno de los estudios sobre el Polisario a cargo del el ESISC (Centro Europeo de Investigación, Análisi y Consejo en Materia Estratégica). La justicia marroquí reclamó la suma de 270.000 euros que debía asumir el director de la publicación, Aboubakr Jamai, quien decidió presentar su dimisión para no poner en peligro al resto del equipo de la redacción y se exilió en España.

La pluma de Jamai volvió a las páginas de Le Journal hace menos de un año, pero eso sentó muy mal en el majzén que desde entonces “buscó argumentos para dar carpetazo a este diario serio, directo y con una línea crítica”, comentó Khalid Gueddar, el caricaturista de este semanario que también fue procesado por un dibujo del primo del monarca alauí que publicó en otro periódico y por el que fue condenado a pagar una multa millonaria. Dice que Le Journal era el “único espacio donde se podía expresar libremente”. La primavera marroquí en la prensa anunciada por el Rey, Mohamed VI, en 1999, ha tocado techo. “No te dejes engañar, aquí no hay transición, ni libertad de expresión, ni nada parecido”, sentenció Aziz Yacoubi.


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