Ali Salem Tamek es un símbolo para el pueblo saharaui. Fundador de la Coordinadora de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (Codesa), ha sido encarcelado y torturado en numerosos ocasiones. Hoy, Rabat le impide estudiar Periodismo desde hace dos años. Su mujer fue violada por policías marroquíes una de las veces que fue a visitarlo a prisión.
JAVIER RUIZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE - El nuevo representante del secretario general de la ONU, Christopher Ross, ha realizado ya una gira por la región y el último informe de Ban Ki Moon al Consejo de Seguridad ha tenido en cuenta sus apreciaciones. ¿Han percibido algún cambio?
- Ross llegó después de que su antecesor, Van Walsum, violara el principio de neutralidad que debía mantener alineándose con una de las partes y abandonado la objetividad que se le presumía. Se trata de una personalidad con un perfil mucho más importante, tanto por su experiencia en la región como por el hecho de haberse mantenido informado sobre la cuestión saharaui constantemente al haber sido embajador de norteamericano en Argelia. Además, indirectamente su opinión es una opinión de peso en Estados Unidos. Nuestra principal esperanza es la mejora de la situación de los derechos humanos en el Sáhara ocupado por Marruecos. Sin embargo, parece pronto para que se produzcan cambios y, a pesar de todo, el último informe del secretario general al Consejo de Seguridad no señala de forma directa esta cuestión, lo que nos resulta decepcionante.
- La Coordinadora de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (Codesa), de la que usted forma parte, se reunió recientemente con la Embajada de EE UU en Rabat. ¿Cree que la llegada de una nueva administración a Washington puede cambiar la situación de bloqueo del conflicto?
- Mantenemos contactos permanentes con la Embajada norteamericana. El tema a tratar siempre gira en torno a la situación de los derechos humanos en el Sáhara y la represión de la que son víctimas los activistas saharauis y la población civil. También tratamos la situación de nuestros presos políticos en las cárceles marroquíes. En cuanto a la nueva administración norteamericana, cabe señalar que los primeros informes del Departamento de Estado no han tratado directamente el problema saharaui. Siguen manteniendo cierta benevolencia con Marruecos. A pesar de que hemos mantenido numerosos contactos con políticos de EE UU, no se ven aún resultados concretos ni positivos.
- Desde mayo de 2005, los presos políticos saharauis en las prisiones marroquíes realizan duras huelgas de hambre para reclamar unas condiciones mínimamente aceptables en su encierro. ¿Cómo es la situación actual?
- Siguen siendo torturados, encerrados en mazmorras reducidas e incomunicadas como los tres estudiantes que recientemente mantuvieron una huelga de hambre durante 56 días en una prisión de Marraquech casi a costa de su vida. Su delito es haber participado en una manifestación pacífica. Mientras, el conductor de autobús que mató a dos estudiantes saharauis en Agadir en diciembre sólo fue condenado a 4 meses de prisión y está en la calle. A pesar de que los organismos internacionales responsables de vigilar el respeto de los derechos fundamentales conocen la realidad, todavía no vemos mejoras y, lo que es más peligroso, las potencias que podrían tener una posición influyente tratan la cuestión en la clave que marcan sus intereses políticos, no como un principio universal. Aprovecho esta oportunidad para que la comunidad internacional presione a Marruecos y salve así la vida del preso saharaui Yahya Mohamed El Hafed, que se encuentra en un estado de salud crítico y ha sido aislado en una mazmorra incomunicada en la cárcel de Ait Mellul en Agadir.
- Pero frente al bloqueo informativo habitual ya existe la constancia de las violaciones permanentes de los derechos humanos por Marruecos?
- Sí, pero, por ejemplo, el informe sobre el Sáhara del propio comisionado de los derechos humanos de la ONU sigue sin publicarse después de dos años. Amnistía Internacional, Human Right Watch, la delegación ad hoc del Parlamento Europeo y organizaciones como Frontline han visitado los territorios ocupados por Marruecos y han visto la represión de nuestro pueblo con sus propios ojos. Hasta la Asociación Marroquí de Defensa de los Derechos Humanos ha evidenciado la situación y, a pesar de todo, parece que no hay repercusión en la ONU ni en los países importantes ya que no se le ha ordenado todavía a los cascos azules de la Minurso que protejan a la población. Todo esto supone frustración y tristeza para miles de saharauis.
- Sin embargo, el informe preliminar del Parlamento Europeo ha supuesto un duro golpe para Marruecos?
- Incluso el informe del Parlamento Europeo, que confirma las violaciones de los derechos humanos, olvida circunstancias como las violaciones de mujeres y presos o el expolio de los recursos naturales. Ellos fueron testigos del bloqueo marroquí entorno a su hotel, las detenciones y la represión generalizada de las fuerzas de seguridad. No olvidemos que Marruecos tardó dos años en autorizar la visita y tuvo tiempo de preparar el escenario ideal, mantuvo un control férreo del grupo de eurodiputados y determinó el tiempo de su estancia para evitar que observaran las constantes manifestaciones contra la ocupación.
- ¿Y esta frustración podría traer una vuelta a la guerra?
- Las leyes internacionales garantizan el derecho a defenderse y a resistir en defensa de los derechos legítimos de los pueblos. La nuestra es una causa justa, clara y transparente. Después de la firma del alto el fuego en el 91, llevamos 18 años en un impasse que no es la guerra ni la paz. Divididos por un muro minado de los más peligrosos del mundo, sometidos a la brutal represión y soportando el expolio de nuestras riquezas, Marruecos sigue dando la espalda la legalidad y las resoluciones de la ONU. Pero es el Frente Polisario, nuestro representante, quien tome la decisión.
- Los menores saharauis están especialmente afectados por la represión marroquí. ¿Qué busca esta nueva estrategia de Marruecos?
- La represión contra los menores saharauis es sistemática y tiene connotaciones estratégicas. Estos niños y jóvenes que ahora son detenidos, torturados y violados nacieron ya en una situación de ocupación y levantamiento permanente y ellos son los que van adaptando y actualizando esta cultura de resistencia. Marruecos trata de aniquilar sus acciones porque conoce su importancia para el pueblo saharaui.
Fuente:laopinion
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