Mientras el Gobierno regional estrechaba lazos con Marruecos el pasado 26 de mayo, una delegación canaria constataba ese mismo día las violaciones y torturas que lleva a cabo el reino de Mohamed VI contra el pueblo saharaui.
"La visita a los territorios ocupados del Sáhara ha sido dura, muy dura, durísima", señala Teresa Morales, concejala del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y miembro de la citada delegación, cuando recuerda los relatos de los jóvenes torturados, vigilados, presionados y amenazados por Marruecos.
Además de ella, también entraron en territorio ocupado Carmelo Ramírez, presidente de la Federación de Instituciones Solidarias con el Sahara ; Josefa Milán, edil de Telde, y el periodista José Naranjo.
Después de constatar ataques diarios contra los derechos humanos, Morales opina que el Gobierno de Canarias no debería fomentar relaciones comerciales con el país vecino, sobre todo en los territorios del Sáhara ocupados por Marruecos. Tampoco debería invertir en un país invasor.
"Contactamos con niñas violadas en comisaría, con chicos jóvenes torturados, quemados..." "Hace llorar hasta al más duro", añade.
Además de la agresión física, los saharauis sufren otras formas de torturas. Por ejemplo, las psicológicas. La edil socialista pone como ejemplo la práctica marroquí de sacar a estudiantes de los centros educativos, vendarles los ojos y soltarles lejos para desorientarles y que les sea más difícil volver a sus casas. "Eso lo contaban como muy habitual", asegura.
"Otra forma de aniquilar al pueblo saharaui" es frenar su educación expulsándoles de los colegios. Algo parecido ocurre con los saharauis adultos. "Si uno tiene una tienda, por ejemplo, se puede prohibir de forma velada que se vaya a comprar allí, con lo que supone su ruina". La delegación recorrió más de 5.000 kilómetros para entrar en el Sáhara ocupado sin problemas. Dos trayectos en avión y muchas horas por carretera después, llegaron al Aaiún.
Una vez allí, el grupo recogió datos del Colectivo Saharaui de Defensores de los Derechos Humanos y de la Asociación de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental, entre otros.
Teresa Morales considera necesario que el Gobierno de Canarias envíe delegaciones oficiales al Sáhara Occidental para denunciar oficialmente las torturas que sufren sus habitantes.
Además, cree que el Ejecutivo regional tiene que ser más constante y enérgico en la solicitud del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas (ONU). y no sólo quedarse en las palabras, sino tomar medidas de presión, "ya que si sigue haciendo negocios con Marruecos" nunca se le va a tomar en serio.
Asimismo, la concejala socialista de Las Palmas de Gran Canaria señala la importancia que tiene que la violación de los derechos humanos que sufren los saharauis sean denunciados en los medios de comunicación. "Es peligroso que los medios de comunicación acaben tomándose este problema como algo que se repite y se repite y que ya no es noticia", finaliza Morales.
La ONU es la "United Nothing" para el pueblo saharaui
Las Naciones Unidas (ONU) tienen una tarea en el Sáhara Occidental: La Misión para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), que está desplegada en ese territorio desde septiembre de 1991 para vigilar el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario.
Sin embargo, la realidad que constató la delegación canaria que estuvo allí hace unos días es que la presencia de la ONU sirve para poco, ya que a diario se cometen violaciones de los derechos humanos sin que las Naciones Unidas haga nada. Tanto es así que la United Nations es denominada por los saharauis como "United Nothing", informa el periodista Pepe Naranjo.
Explica que en la misión de la ONU no está previsto garantizar los derechos humanos en el Sáhara Occidental, "debido al veto de Francia".
Asimismo indica que en su última visita a los territorios ocupados no ha percibido una "actitud de especial preocupación" por parte de los enviados por la ONU. No obstante, es necesario e importante que sigan allí de observadores.
Entre las actividades que realizan las unidades de Naciones Unidas está la de patrullar por los muros defensivos de Marruecos. "Su presencia avala que el Sáhara Occidental es un territorio que todavía está pendiente de su descolonización", afirma Naranjo.
Por su parte, la concejala de Las Palmas de Gran Canaria Teresa Morales también considera imprescindible que Minurso garantice el respeto a los derechos humanos, "algo que ahora mismo no está dentro de sus competencias en esa zona".
Durante su visita al Sáhara Occidental, la edil socialista pudo ver muchos "coches de la ONU de gama alta, aparcados en hoteles de lujo en el Aaiún". Eso es todo. Ninguna operación destacable ni una especial implicación con los saharauis.
Responsabilidades, las justas
En respuesta a la delegación canaria que constató el pasado 26 de mayo las atrocidades que Marruecos comete contra los saharauis, el portavoz del Gobierno regional, Martín Marrero, contestó que el Ejecutivo "tiene un respeto absoluto a las resoluciones de la ONU". En cuanto a las peticiones de otras organizaciones, "no tienen porqué ser asumidas por este Gobierno", añadió.
Lo cierto es que no hay ninguna resolución, norma o directiva que prohíba a un Estado, región o pueblo comerciar con Marruecos. Pero mientras el equipo de Coalición Canaria y Partido Popular fomentan relaciones comerciales con el reino marroquí, el pueblo saharaui sufre torturas. Hace tan sólo unos días, el activista saharaui de Derechos Humanos Yahya Mohamed El Hafez entró en estado de coma en el Hospital Hassan II de la ciudad marroquí de Agadir, donde permanece "encadenado a la cama por los pies y las manos" y "rodeado permanentemente por efectivos policiales marroquíes que lo intentan alimentar a la fuerza cada vez que recupera la conciencia", denunciaban el pasado 28 de mayo varios juristas españoles, miembros de la Misión Internacional de Observadores en los juicios contra activistas saharauis. Yahya Mohamed El Hafez permanece en huelga de hambre para exigir el respeto de sus derechos elementales.
Bloqueo informativo
El periodista Pepe Naranjo no es la primera vez que pisa territorio ocupado. Hace cuatro años ya viajó hasta el Sáhara Occidental. Desde entonces hasta ahora no solo no ha cambiado nada allí, sino que la situación es "igual o peor". "Detenciones arbitrarias, asaltos a las casas, malos tratos, torturas..." son algunos de los delitos que se cometen contra los saharauis. "No es algo puntual dice Naranjo- sino constante, y no hay una reacción contundente" por parte de las instituciones internacionales. "Estos organismos no hacen nada por el Sáhara", afirma. Además, informar al mundo desde allí es casi imposible. "Hay un bloqueo informativo de Marruecos en el territorio y además hace contrapropaganda" para reducir el grito de socorro de todo un pueblo a "un puñado de exaltados".
Actualmente, los saharauis cuentan con internet para denunciar las agresiones y hace poco que una televisión ha empezado a emitir desde la RASD (República Árabe Saharaui Democrática). Sin embargo, el empeño de Marruecos por coartar la libertad de información hace muy complicado la labor periodística. Aun así, es vital que haya profesionales de todo el mundo en el terreno. "Animo a los periodistas a que vayan y cuenten lo que está pasando", termina Naranjo.
Fuente:laopinion
8/6/09
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